La Enfermedad de "Amor" : Capítulo 4

Capítulo cuatro:
Los años habían pasado en un abrir y cerrar de ojos. Los dieciocho casi los podía saborear, al igual que la imagen de nuestros labios tocarse o incluso, la mera idea de poder pasar una noche juntos, metidos en la misma cama y compartiendo los mismos sueños. Ya durante los años anteriores, habíamos hablado de lo que celebraríamos ese bendito día. Era una celebración gritada en silencio. La mayoría de los que conocían nuestra relación, festejaban con voz queda mis dieciocho, mientras los que la desconocían tan sólo compartían la felicidad sin saber exactamente por qué. Todo era maravilloso, a pesar de que nuestra “condición” seguía avanzando. Según los exámenes mi corazón se iba volviendo cada vez más grande y pequeñas partes se iban oscureciendo, pero a parte de eso seguía viviendo con normalidad. Por parte de Jack, su cerebro de vez en cuando le recordaba que estaba bajo las órdenes de mi corazón y más de una vez, terminaba medicado para no notar el dolor. A pesar de que moría cuando lo veía así,sentía que su sufrimiento era simplemente porque no aceptaba que me quería. Lo debía decir que voz alta, con todas las palabras claras y así la presión acabaría reduciendo. Él lo sabía tan bien como yo, pero hasta que no cumpliera los dieciocho no lo diría...

- Es mañana.- le recordé cuando estábamos sentados en el bar donde solíamos encontrarnos. Él sonrió y me acarició la mejilla.- Te quiero.- le dije por cuarta vez al día.
  • Lo sé.
  • Entonces, ¿Por qué no me lo dices?- le preguntaba con morros.
  • Mañana.

Me aseguraba mientras apoyaba sus labios en la coronilla de mi cabeza. Esa fue la última noche que pude sentir sus labios sobre mi...


Nevaba. Era una noche peligrosa y habían anunciado un fuerte temporal. Estaba esperando a la misma hora de siempre, con el corazón latiendo con normalidad y con una caja con un regalo para Jack. A pesar de que era mi cumpleaños había decidido regalarle algo. Era el inicio de nuestra relación formal, ya no había nada capaz de separarnos. Eso pensaba en el momento que una luz fuerte iba directamente a mi y sentía como los brazos de Jack me protegían cuando sufrimos el impacto.


Abro los ojos. Tengo la frente llena de sudor y el corazón me golpea tan fuerte en el pecho que creo que se me saldrá. Enciendo la luz de la mesa y busco con desesperación una pequeña botella de agua. Bebo hasta que la barriga me duele. Cierro la botella y vuelvo a esconderme debajo de el edredón. Quiero cerrar los ojos, pero siento que si lo hago volveré a ese día y tengo miedo. Han pasado demasiados años para volver a vivir aquello. Los ojos se me cierran y comienzo a sentir como el frío del recuerdo comienza a congelarme las extremidades y me obliga a volver a vivir ese horrible episodio de mi vida.

Tenía tanto miedo y estaba tan preocupada que no me importó levantarme de la camilla, tenía la cabeza envuelta en vendas sangrantes, un brazo roto y la vía atravesaba parte de mi brazo. El dolor que sentía mi corazón tapa el dolor de las heridas recientes y cuando vi a Sam caminando hacia mí, con la bata llena de sangre y una expresión de dolor tan sólo dije una cosa.

  • ¡Salvale! ¡Me importa una mierda los efectos secundarios! ¡Salva a mi novio!- grité con tanta fuerza que me desmayé.

Al día siguiente descubrí lo peor, y fue mucho antes de que Sam viniera a darme la peor noticia de mi vida. Jack estaba fuera de peligro, pero en la cirugía había un riesgo de que se olvidara de todo. No me importó en ese momento, ya que estaba vivo. El rostro de Sam no parecía tan feliz, pero no me importaba. Sabía lo que implicaba eso, porque mi corazón ya no simplemente dolía sino ardía. No pensé que me moría hasta que entré a la habitación donde estaba él, con la cabeza tapada por unas vendas y mirándome como si hubiera sido la primera vez que me viera. Sé que no le dolió la cabeza pero yo dejé de respirar.
Estuve un mes a su lado, aguantando el dolor mientras él me preguntaba qué hacía ahí. Mentía diciendo que era una enfermera en prácticas y cada vez que venían a darme oxígeno alegaba ataques de ansiedad. Llegó un momento que cuando él me miraba ya no veía al hombre del que me había enamorado, sino otra persona con su cuerpo. Su actitud era fría, distante y miraba a la gente por encima del hombro. A pesar de que no podía moverse y tenía la mano izquierda rota y la pierna derecha quemada, seguía alegando que era el mejor medico del mundo. Nunca se lo negué y por mucho que aquel sujeto era ajeno a mi, no me aparte.
Mi madre y mi padre pronto se enteraron de la relación secreta que había mantenido con Jack, pero no me recriminaron, tampoco intentaron buscarle lógica cuando me levantaba por la noche gritando, con falta de oxígeno y sintiendo que me moría con cada latido del corazón.
Al año de estar ingresado Jack, me ingresaron a mi a su lado. No podía respirar sin ayuda de una mascarilla, el corazón me latía tan lento y flojo que debía tener un cable pegado al pecho. Vivía con una máquina de reanimación y escuchando como Jack comenzaba a salir con Sophia, su novia antes de conocerme a mi. Dolía oír como reían, como disfrutaban y como Jack se había olvidado de mi. Su cuerpo me olvidó. La química de su corazón desapareció por lo que la única que sufría y recordaba era yo. Por eso, todos decidieron hacer aquello...

  • Quizás no te borre los recuerdos, pero si el sentimiento. - me informó Sam con el rostro pálido.- Si las sensaciones que te dan los recuerdos son los causantes de que tu corazón se deteriore... con esto se detendrá.
  • ¿Para siempre?- escuché que mi madre preguntaba con ansiedad en su voz.
  • Hazlo, pero … júrame que Jack jamás volverá a pisar este hospital.

Era un juramento cruel, pero todos sabíamos que si no cumplía eso terminaría muriendo, por lo que cuando una enfermera comenzó a ponerme las pegatinas en la frente y otra un suero en el brazo, comprendí que iban a trasladar a Jack a otro hospital. Él necesitaría unos años de rehabilitación y no lo volvería a ver. Lloré mientras oía como mi madre me pedía disculpas. Lloré cuando Sam me pedía disculpas. Lloré cuando escuché el gemido de Sophia en la otra habitación. Y lloré cuando Jack le preguntaba a una enfermera por mi.

Cuando abrí los ojos no me dolía nada y los recuerdos tan sólo me parecían imágenes sin sentido. No había más sentimientos. No iba a morir. 

Comentarios

  1. ¡Hola! Me ha recordado a 'Eterno resplandor de una mente sin recuerdos', por ese final que tuvo xD A ver como sigue. Sinceramente, pensé que Jack moría en el capítulo anterior.

    ¡Buen capítulo!

    Bye!

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